El intercambio es una actividad educativa que abre los ojos a quienes lo viven, aporta nuevas perspectivas y permite adquirir valores tolerantes. Por este motivo, el intercambio es una herramienta que también debe aprovecharse para fomentar la igualdad entre hombres y mujeres. ¡Te lo contamos!
Romper tópicos entre los jóvenes gracias al intercambio
Muchas veces no somos conscientes, pero la repetición de tópicos y una educación poco igualitaria puede generar que los roles machistas se asienten desde la infancia y adolescencia, algo que marcará su desarrollo y su forma de ver el mundo.
La campaña Redraw the balance (que se traduce como Redibuja el equilibrio) es un buen ejemplo de ello. En 2016 hicieron un experimento en una escuela que se convirtió en un video viral que recientemente ha vuelto a hacerse popular. Lo puedes ver bajo estas líneas, ¡seguro que lo conoces!
Los más pequeños no solo representan, en su mayoría, a bomberos, cirujanos y pilotos como hombres, sino que se sorprenden al conocer a sus héroes reales y comprobar que son mujeres. Quizá lo más significativo es que exclaman que van «disfrazadas», sin creerse que puedan realizar dichas profesiones.
El vídeo y la campaña pertenecen a Inspiring the Future, una iniciativa que muestra a niños y niñas personas que han elegido profesiones que les apasionan, pero que rompen con los modelos tradicionales de género. De esta manera, obtienen referentes en los que fijarse y poder seguir su propio camino.
El intercambio, una oportunidad para tener referentes con los que crecer
Desde dothegap defendemos el intercambio como una oportunidad para educar a las personas, sin importar la edad, en valores clave como la igualdad en todos los ámbitos. Por ello, también creemos que es una gran herramienta para que los adolescentes, en un momento crucial en que comienzan a decidir sus carreras profesionales, conozcan proyectos y referentes inspiradores en los que fijarse y romper cualquier tópico.
De esta manera, en un intercambio cultural a Londres estos jóvenes podrían conocer de primera mano a las personas que impulsan Inspiring the Future o participar en algunas de sus campañas.
De igual forma, los participantes en un intercambio en Barcelona podrían acercarse al proyecto Womenalia, una red social pionera de networking orientado a mujeres profesionales y emprendedoras. Sus esfuerzos para visibilizar el trabajo femenino la convierten en todo un referente, capaz de demostrar que las mujeres pueden cumplir cualquier meta profesional que se proponga.
La cultura también cuenta con proyectos tan interesantes como el de #MásAutoras, una iniciativa surgida en la Universidad de Valladolid (UVA) que reivindica la presencia de las escritoras en las bibliotecas y que surge dentro de la asociación Clásicas y Modernas.
Otras opciones que pueden resultar interesantes es ponerse en contacto con clubes deportivos punteros en sus equipos femeninos, algo de lo que hablábamos también hace poco en este post sobre fútbol. ¿Por qué no aprovechar un intercambio para disfrutar de competiciones del máximo nivel y mostrar a los adolescentes que no existen los «deportes para chicos»?
En todos los casos, es importante que los jóvenes referentes en los que fijarse, con los que más que romper los estereotipos de género no lleguen ni a formarlos. Para ello, el intercambio es una experiencia que provee de enseñanzas muy valiosas y que fomentan la igualdad. ¿A qué esperas para comprobarlo?