Los países nórdicos, Suecia y Dinamarca especialmente, lideran la lucha ecologista a nivel mundial. Como ejemplo, la joven Greta Thunberg, activista de 16 años que ha comenzado un movimiento que traspasa fronteras. ¿Quieres saber por qué y los beneficios de un intercambio estudiantil con estos países? ¡Te lo contamos en este post!
Concienciación medioambiental: Greta Thunberg y la educación sueca
En las últimas semanas, dos fenómenos se han hecho virales e indican una tendencia que parece imparable. Por un lado, el conocido como #TrashtagChallenge , un reto que consiste en limpiar por completo un paraje que ha sido ensuciado por la acción del ser humano.
El segundo, tiene nombre propio: Greta Thunberg. Desde el verano de 2018, cuando inició una huelga para protestar contra la inacción del gobierno sueco ante el cambio climático, su figura no ha dejado de crecer y se ha llegado a plantar ante Jean-Claude Juncker en el Consejo Económico y Social Europeo (Bruselas).
El movimiento iniciado por Greta Thunberg se está extendiendo por todo el mundo y se ha convertido en un referente para millones de jóvenes. Ellos son los principales afectados de la catástrofe ambiental que afronta el planeta, para los que la ONU pide medidas urgentes o considera que la situación será irrevocable.
Sin embargo, la aparición de Greta Thunberg no es casual. Los países nórdicos han vivido tradicionalmente de una manera muy próxima a la naturaleza, conscientes de la dureza del clima y el entorno que les rodea. Además, desde los años 1970s todos sus gobiernos han ido introduciendo la sostenibilidad en los planes educativos en mayor o menor medida.
Los países nórdicos y su liderazgo en sostenibilidad
Los dos países que más destacan en este aspecto son Dinamarca y Suecia, aunque por el modelo educativo y los avances en proyectos que fomentan la sostenibilidad, los suecos son aún más innovadores.
Tal y como explicaba Johan Kuylenstierna, director del Instituto de Medioambiente de Estocolmo en esta entrevista, la clave estuvo en la implantación de la educación medioambiental en los colegios públicos ya en los años 1990s. El respeto por el medioambiente se ha convertido en algo habitual y todos los suecos saben que sus acciones cotidianas impactan sobre la sostenibilidad del planeta.
La educación medioambiental supera las clases teóricas
La educación medioambiental en los centros suecos es transversal, integrada en distintas asignaturas, tanto en las de ciencias naturales como en las de ciencias sociales. De esta manera, los alumnos reciben entre 6 y 7 horas semanales en las que se trata la importancia de la sostenibilidad.
Otro aspecto importante es que la educación medioambiental supera las clases teóricas: los profesores hacen especial hincapié en el trabajo de campo y de laboratorio. Por si fuera poco, son habituales las visitas de expertos o de figuras relevantes para dar charlas, organizar talleres y clases magistrales.
En la vida cotidiana o en las actividades de educación informal y no-formal, también está asumido el respeto por la naturaleza. Por ello, todas las personas (sin necesidad de residir en Suecia) pueden visitar libremente los bosques, recoger frutos o setas e incluso dormir en ellos, ya en este «derecho de toda persona» va implícito que el comportamiento será cuidadoso, pero también que es necesario conocer algo para respetarlo.
En este mismo sentido, son habituales todo tipo de experiencias en la naturaleza. Por ejemplo, con excursiones que integran también el folklore popular nórdico desde que los niños son muy pequeños, así como grupos de estudio de los animales y el entorno.
¡Un intercambio estudiantil para aprender ecologismo!
Por todos estos motivos, desde dothegap creemos que un intercambio de estudiantes con Suecia y el resto de países nórdicos es una gran oportunidad en el campo de la sostenibilidad.
Por un lado, los más jóvenes descubrirían una visión muy distinta a la mediterránea respecto al entorno y el mundo en que vivimos. Lo comprobarían en las clases o actividades educativas, pero también en cualquier excursión, en la manera de consumir (por ejemplo, con la forma de tratar envases como las botellas, retornables) o en el comportamiento mismo de las familias.
Por otro lado, puede convertirse en una experiencia muy enriquecedora para monitores o profesores, ya que verían de primera mano cómo se aplica la educación medioambiental en las aulas. De esta manera, podrían implantar en sus propias clases o actividades lo aprendido para transmitir el respeto por la naturaleza en la ciudadanía.
¿Qué te parece esta propuesta de intercambio estudiantil? Si en tu centro os interesa, date de alta y completa tu experiencia. Y, si tienes cualquier duda, ¡estaremos encantados de ayudarte!
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