Una de las mayores preocupaciones de los profesores es mostrar a sus alumnos que lo que están aprendiendo es útil en la vida real. ¡También les ocurre a los padres con sus hijos! Pero, ¿cómo conectar las aulas con el mundo exterior?
Desde dothegap defendemos la educación formal, pero también apostamos por la educación no formal como refuerzo clave que sea capaz de desarrollar lo aprendido y fijar conocimientos.
De esta manera, creemos que deben impulsarse actividades fuera de las aulas capaces de conectar lo que ocurre en las mismas con lo que ocurre en la vida real. En este post, ¡damos algunas ideas!
Actividades fuera de las aulas: ¡de la excursión al intercambio!
Profesores, monitores y padres deben tener claro que el objetivo de la educación es preparar para la vida: para un crecimiento tanto académico como personal. Los propios alumnos deben comprender que lo que aprenden les es útil más allá de las aulas. Para lograrlo, es básico ser capaz de conectar las clases con lo que ocurre en el mundo exterior.
Experimentar fuera de las aulas es una de las maneras más efectivas de fijar los conocimientos y de mostrar todo su valor. Pero no solo eso: el aprendizaje al aire libre o en un entorno distinto promueve la comunicación, mejora el comportamiento y la concentración gracias a una mayor sensación de libertad.
Las actividades fuera de las aulas permiten investigar por uno mismo. Esto lleva no solo a profundizar en un tema concreto fijado por el profesor o monitor, sino que abre el campo de interés del alumno, quien investiga por su cuenta sobre nuevas temáticas.
¿De qué tipo de actividades estamos hablando? Por empezar con un ejemplo sencillo: una excursión al bosque para estudiar las especies de árboles: no solo es más divertido que hacerlo entre cuatro paredes, ¡sino que la memoria experiencial jugará a favor!
En este sentido, se abren opciones tan enriquecedoras como una visita o intercambio a una escuelita de pueblo, donde pueden aprenderse la gran variedad de frutas y verduras. Es más: pueden recogerse, aprender acerca de los oficios que nos permiten comer cada día o participar en la elaboración de nuevos productos a partir de esas materias primas.
Pero esto no queda aquí: se puede ser aún más ambicioso. ¿Se está estudiando el impacto del cambio climático? Un intercambio a zonas donde es realmente palpable, como líneas de costa, áreas donde el tiempo ha obligado a cambiar los cultivos o donde hay una degradación paisajística evidente, mostrará que es un fenómeno real, llevará a un creciente interés y servirá de concienciación medioambiental.
De la misma manera, cuando los niños o adolescentes estén preparados, hay actividades como los ejercicios de orientación que son realmente útiles para ver si están interiorizando lecciones como las de geografía. Y, de la misma manera, la visita a escenarios históricos o a museos interactivos permitirá comprender la historia y su importancia mucho más que un denso libro de texto.
La importancia de organizar intercambios para aprender
Este tipo de salidas, tanto al campo como a otras ciudades, también son importantes para estrechar lazos entre los miembros del grupo. El poder de la colaboración y el trabajo en equipo se hace más evidente cuando no se tiene la sensación de tener todo bajo control que genera un centro educativo.
El intercambio es la culminación de este tipo de aprendizaje fuera de la escuela y debería ser impulsado tanto por centro formativos como por asociaciones deportivas o culturales. El intercambio permite a los alumnos desplegar todos sus conocimientos, pone a prueba todo lo que han ido aprendiendo y permite seguir haciéndolo.
Las personas que viven un intercambio comprueban, de primera mano, que lo que estudian es necesario: de repente, se encuentran en otro lugar geográfico, con otra cultura, otra lengua y/o costumbres. Como se trata, en muchos casos, de la primera vez en otro entorno, necesitan echar mano de las matemáticas para su contabilidad diaria. Es otro ejemplo sencillo, ¡pero muy tangible!
El reto de vivir nuevas experiencias por uno mismo en una actividad con ánimo educativo como un intercambio supone una óptima conexión entre el aprendizaje en las aulas con las habilidades que se necesitan en el mundo real.
Si quieres saber más y descubrir qué tipo de intercambio se ajusta a tu centro formativo, ponte en contacto con nosotros: ofrecerás a tus alumnos una experiencia única que reforzará su aprendizaje académico y personal.