Muchos estudiantes definen un intercambio cultural como una auténtica montaña rusa de emociones: se trata de una experiencia de autoconocimiento que te pone a prueba, te hace crecer y te permite crear vínculos muy fuertes con otras personas. ¿Cómo impacta este tipo de experiencia en la inteligencia emocional de los adolescentes? Te lo contamos a continuación.
El desarrollo de emociones en la adolescencia es clave para la vida adulta
La adolescencia es un proceso de desarrollo en el que la persona define su identidad. Por ello, todas las herramientas de inteligencia emocional que adquieren en este periodo tendrán un gran impacto cuando sea adulta.
Sería fantástico que, dentro de la formación reglada, nos enseñaran la importancia de identificar nuestras emociones y saber gestionarlas. Por suerte, también podemos recurrir a la educación no formal para ello y es aquí donde el intercambio juega un gran papel.
Cómo el intercambio cultural desarrolla la inteligencia emocional
El hecho de viajar, conocer otra cultura y vivir una experiencia tan novedosa pone a prueba nuestras emociones. Pero, ¿cómo afecta esta experiencia a la inteligencia emocional de los adolescentes?
Les permite descubrir otras creencias para conocerse a sí mismos
El salir de una red y un entorno conocido les permite acceder a un nuevo círculo que les hace cuestionarse el por qué se sienten de una determinada manera ante ciertas situaciones.
Por ejemplo, al ver cómo su familia de acogida profesa amor a sus hijos, o en cómo sus amigos reaccionan diferente a su entorno habitual cuando se produce una situación determinada. Se trata de un momento de libertad y apertura mental que te lleva a cuestionar tus propias creencias y te permite descubrir nuevas maneras de relacionarte con el mundo.
Les hace sentir vulnerables y conectar con otros
Como bien dice Brené Brown, la vulnerabilidad nos hace mostrarnos ante los otros como personas y es la clave para crear vínculos duraderos con los demás.
El intercambio supone una experiencia llena de incertidumbre y en la que nos exponemos a nivel emocional. El lograr dar el paso para pedir ayuda o hablar de cómo se sienten les ayudará a crecer y a desarrollar relaciones sanas y duraderas.
Les hace salir de la red familiar y aprender a gestionarse por sí mismos
Los intercambios culturales son, muchas veces, la primera experiencia en la que un adolescente tiene que valerse por sí mismo. No tiene a sus padres para que le resuelvan situaciones o le protejan ante situaciones adversas. Se trata de un momento en el que tienen que demostrar resiliencia y valentía.
Les permite descubrir nuevas culturas emocionales
En culturas distintas a las nuestras, muchas emociones se perciben o expresan de manera diferente. Incluso, aparecen emociones nuevas.
La manera en cómo se agradece, la visión de la muerte, el orgullo o la vergüenza difieren mucho de una cultura a otra: es importante identificarlo y aprender a entenderlo. Cuando un adolescente se va de intercambio, no solo aprende un idioma, sino una cultura que trae consigo su propio diccionario emocional. Así, aprenderán a convivir en un entorno diverso que les será de gran ayuda en la vida adulta.
En algunas culturas, los adolescentes descubrirán nuevas emociones de las que quizá no habían sido conscientes en ese momento: un buen ejemplo es el concepto alemán Schadenfreude, que nos habla del sentimiento de alegría o satisfacción cuando a otros les va mal.
Shinrin-yoku, en japonés, responde a un profundo estado de relajación que se consigue al vivir un baño de bosque.
Tarab, en árabe, nos habla de un estado de éxtasis o fascinación gracias a la música.
Les garantiza momentos de introspección
Todas las experiencias de las que hemos hablado anteriormente permiten que la persona que vive un intercambio cultural experimente momentos de introspección que le lleven a pensar en qué siente, qué anhelos tiene, qué le gusta y qué no. El conocerse a sí mismo será una gran clave para saber cómo gestionar las emociones adecuadamente cuando aparezcan.
Desde dothegap, creemos que el intercambio es una experiencia de autoconocimiento y aprendizaje y desarrollo de la inteligencia emocional que todos los adolescentes deberían vivir. Nuestro objetivo es que se convierta en una actividad habitual y, para lograrlo, te proponemos una inmersión real a mínimo coste. Solo tienes que registrarte en nuestra comunidad y lanzar tu experiencia de intercambio. Es ¡GRATIS!